Me estoy dando cuenta de que muchas cosas sucedieron hace 30 años, pero cosas importantes, trascendentes, de las que quedan en los libros de Historia. Hoy le toca apagar velas a la sonda espacial Voyager II, nuestro primer embajador espacial.
Sí, otras naves salieron antes al espacio y también hablamos aquí en su día del aniversario del primer hombre en órbita, el soviético Yuri Gagarin, pero eso no fueron más que leves chapoteos de ida y vuelta en la orilla de la playa, metáfora que me permito tomar prestada del genail divulgador científico Carl Sagan, a quien todos recordamos por su mítica serie televisiva documental "Cosmos" o por su única novela de ficción, "Contacto", adaptada al cine de la mano de Robert Zemeckis y con la actuación estelar (observen lo adecuado del adjetivo) de Jodie Foster.
Carl Sagan, además, fue pieza esencial en el entramado que condujo al hombre a lanzar al espacio a las sonda Voyager en 1977, la II tal día como hoy y la I días más tarde, el 5 de septiembre. Sagan presidía el comité científico encargado de organizar la misión, que pretendía recorrer nuestro sistema solar, fotografiando desde la cercanía cuerpos celestes que hasta ese momento sólo conocíamos a través del telescopio. De ese comité partió la idea de que las sondas Voyager portaran unos discos de oro que incluían diagramas sobre nuestro sistema solar y la posición en él de nuestro planeta, así como la grabación de un mensaje del Secretario Genera de las Naciones Unidas, del Presidente de los Estados Unidos de América, saludos en 55 idiomas y una selección de sonidos del planeta, entre ellos los célebres cantos subacuáticos de las ballenas.
El éxito de la misión se debe, principalmente, a una alineación planetaria que ocurre cada 175 años y que permitió que las naves siguieran un recorrido mediante impulsión gravitatoria que les permitía acercarse a varios de nuestros vecinos de forma relativamente asequible. Así la Voyager I tardó sólo dos años en llegar a Júpiter, descubriendo actividad volcánica en una de sus lunas, Io, y al año siguiente llegó a Saturno, descubriendo allí la complejidad de la estructura de sus sistema de anillos así como la existencia de atmósfera en su lunas Titán, uno de los escasísimos lugares de nuestro sistema solar donde podrían darse las condiciones necesarias para albergar alguna forma de vida.
Hace dos años que el Voyager I se convirtió en el primer artefacto humano que atraviesa la heliofunda, el lugar donde se establece la frontera del sistema solar. No muy lejos anda su hermana, Voyager II, que se encuentra en la heliopausa, el lugar donde el efecto del viento solar se encuentra con el efecto de la presión interestelar. Estamos hablando de una distancia aproximada de 20mil millones de kilómetros.
La sonda Voyager II recorrió Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, llegando al primero dos años después de su lanzamiento y despidiéndose del último en agosto de 1989. A escala astronómica todo un récord, 5 planetas (contando la Tierra) en 12 años... parafraseando al maestro Billy Wilder en "Uno, dos, tres", si hoy es 1986 esto es Urano.
En Júpiter descubrió un pequeño sistema de anillos, que el planeta emitía más energía de la que recibía del Sol, lo que explicaría su extraordinaria actividad atmósférica, capaz de dar lugar a la Gran Mancha Roja, una tormenta que podría tener más de 300 aos de existencia, con vientos de más de 400 kms/h y de un tamaño capaz de albergar más de 2 veces a la Tierra. También descubrió, por primera vez fuera de nuestro planeta, actividad volcánica, concretamente en Io, una de las lunas de Júpiter.
En Urano la Voyager II descubrió nada menos que 10 lunas nuevas, algunas de ellas, como Miranda, con cañones que con 20 kilómetros de profundidad dejan al Gran Cañón del Colorado en un mero barranco. Como sorpresa extraordinaria, se descubrió que el campo magnético está inclinado 60º con respecto al eje de rotación del planeta, también fuera de lo común ya de por sí (98º sobre el plano de la eclíptica).
Por atar algunos lazos que quizá parecían flecos colgando deshilachados en esta entrada, todo se termina uniendo si tenemos en cuenta que en 1979 otro de los grandes maestros del Séptimo Arte, Robert Wise, dirigía uno de sus últimos trabajos, "Star Trek, la película", donde al márgen de los lugares comunes del trekkismo, se erigía en protagonista la propia sonda Voyager, que en el futuro de ficción del filme regresaba de su encuentro con una avanzada civilización convertida no ya en heraldo de los terrícolas, sino en un forzado "devs ex machina" denominado Vger, por ser esas las únicas letras que quedaban intactas en su estructura, desgastada por el transcurso del tiempo y por el vagar incansable por el espacio.
Como en otras entradas de este blog dedicadas a celebrar el paso de los años de cosas, personas, acontecimientos... los recuerdos de la niñez vuelven a mí. Veía entonces lejanos los años en que la Voyager habría salido del sistema solar, y las palabras de Carl Sagan en la serie "Cosmos" me producían una extraña nostalgia, tanta soledad, tanta distancia... casi olvidadas, hoy las Voyager no tienen un equipo de científicos ni de técnicos de la NASA pendientes de ellas, sólo unos pocos que de tanto en tanto reciben alguna débil señal de su remota existencia, de su peregrinaje sin fin tan lejos de casa. Esa sensación creo que se puede sentir también en la música de los legendarios Rolling Stones, en su canción "2.000 light years from home"... a 2.000 años luz de casa algunos todavía nos acordamos de tí, lejana, querida Voyager.
4 comentarios:
Ehm... me he quedado en la cita de Wilder: ¿en qué parte de "Uno, dos, tres" dice eso? La vimos anteayer, así que la tengo fresquita...
Una nota a los primeros párrafos: Gagarin no era astronauta sino cosmonauta, y durante todo el comunismo fue considerado un héroe, casi tanto como (?) Lenin.
La cita era inspirada, no estricta. Creo que en la peli dice alg así como "si hoy es martes esto es Bruselas" o algo así.
Yo la ví por última vez hace más de 10 años, pero vamos, que igual me he liado y esa frase es de una peli del Dúo Dinámico ;-)
Gracias por la corrección terminológica, en efecto los rusos que viajan al espacio no se mueven entre astros sino que viajan al cosmos, tan vasto e inasible él. Como curiosidad, otros que tb mandan a los suyos fuera de nuestra atmósfera, los chinos, usan su propia terminología, no iban a ser menos. En su caso se habla de taikonautas, lo cual abre, creo yo, un interesante debate... ¿como deberíamos llamar nosotros a Michel López Alegría o a Pedro Duque? ¿Hablaríamos de un garbeo espacial?
Serían siesto o fiestonautas :-D
Y te confirmo que no lo dicen en la peli. Donde sí recuerdo una frase similar es en Indiana Jones, cuando Junior (qué malo soy) y la doctora llegan empapados al castillo donde está Henry, y pide al mayordomo que le enseñe los tapices, que es un lord escocés. Y el mayordomo dice algo como... "si usted es un lord escocés, yo soy el ratón Mickey". Y se gana un tortazo, claro.
La frase que dices es una película enterita: Si hoy es martes, esto es Bélgica - y si la consigues, pásame una copia, porfa.
¿Ves? Si es que no se pueden acumular tnatos datos inútiles en la cabeza, que al final terminas casando al chino con Sofía Loren ;-) al menos no me había salido del Benelux...
Y de momento esa peli no la tengo en la lista de localizadas o conseguidas, pero no te digo más que en poco más de un par de semanas he llenado más de 200 Gb de HD con pelis, documentales y series. Sigo pensando que debe haber alguna laguna legal, pero hasta que no dé con donde está el truco más vale que corramos un (es)túpido velo sobre el particular.
Y de Indy IV si eso ya hablamos otro día...
Publicar un comentario