El único blog en fase beta permanente e indefinida, con actualizaciones irregulares y aperiódicas y contenidos no siempre interesantes a casico hecho. Es lo que hay.
Muy triste noticia. Yo descubrí la rosa de los vientos gracias a ti, cuando lo recomendaste en el extinto foro de preestreno. Desde entonces era un fiel oyente. La verdad es que aunque no nos conociéramos en persona, su muerte se siente mucho. Una pena, sobre todo porque era muy joven.
La verdad es que es una pena con mayúsculas. Daba gusto escuchar sus relatos, tengo algunos audios suyos, Trafalgar, la División Azul...lo dicho, una pena.
Su frase? Ser feliz como una lombriz?Recuerdo las madrugadas de taxis en Madrid...siempre Cebrián en la onda de todos los vehículos.-
Hola, José... cuantas cosas hemos compartido a pesar de la distancia ¿verdad? Ya has visto que Cebrían no tenía oyentes, tenía discípulos entregados y abnegados a su verbo mágico que no contentos con enriquecernos personal e intelectualmente animábamos a cuantos conocíamos a que se uniesen a nosotros en este deleite.La mayor pena, con todo, es Silvia Casasola, su mujer, eterna compañera, luz de sus días y sus noches (Juan Antonio era ciego) y apoyo constante, quien ahora encontrará a faltar a su lado a su complemento perfecto. Como siempre, lo peor de la muerte de alguien es lo sólos que nos dejan a los que quedamos.Y sí, Imperator, su forma de narrar episodios históricos era absorbente, hipnótica... y para colmo SIN PAPELES de apoyo, todo basado en su prodigiosa memoria... una auténtica mente maravillosa, o como diríamos en Murcia "un celébro que pa qué" ;-)Querida Lola, la noche será distinta a partir de ahora, pq la voz de Cebrián nos alejaba de las miserias humanas y del deporte (reyes absolutistas de la madrugada) para adentrarnos en la república del saber, del conocimiento, del pasado, de nuestros orígenes, de nuestros misterios, de nuestros anhelos...
Pues no tenía el placer de conocerla (su obra) aunque te he oído nombrar miles de veces su programa, la rosa de los vientos.Como lo que siempre tienes entre manos (salvo deshonrosas excpeciones) es de calidad excepcional, me da pena no haberlo descubierto antes.Un saludo y que descanse en paz.
Gracias por la parte que me toca, primo, pero luego me aclaras esas deshonrosas excepciones ;-)
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6 comentarios:
Muy triste noticia. Yo descubrí la rosa de los vientos gracias a ti, cuando lo recomendaste en el extinto foro de preestreno. Desde entonces era un fiel oyente. La verdad es que aunque no nos conociéramos en persona, su muerte se siente mucho. Una pena, sobre todo porque era muy joven.
La verdad es que es una pena con mayúsculas. Daba gusto escuchar sus relatos, tengo algunos audios suyos, Trafalgar, la División Azul...lo dicho, una pena.
Su frase? Ser feliz como una lombriz?
Recuerdo las madrugadas de taxis en Madrid...siempre Cebrián en la onda de todos los vehículos.-
Hola, José... cuantas cosas hemos compartido a pesar de la distancia ¿verdad? Ya has visto que Cebrían no tenía oyentes, tenía discípulos entregados y abnegados a su verbo mágico que no contentos con enriquecernos personal e intelectualmente animábamos a cuantos conocíamos a que se uniesen a nosotros en este deleite.
La mayor pena, con todo, es Silvia Casasola, su mujer, eterna compañera, luz de sus días y sus noches (Juan Antonio era ciego) y apoyo constante, quien ahora encontrará a faltar a su lado a su complemento perfecto. Como siempre, lo peor de la muerte de alguien es lo sólos que nos dejan a los que quedamos.
Y sí, Imperator, su forma de narrar episodios históricos era absorbente, hipnótica... y para colmo SIN PAPELES de apoyo, todo basado en su prodigiosa memoria... una auténtica mente maravillosa, o como diríamos en Murcia "un celébro que pa qué" ;-)
Querida Lola, la noche será distinta a partir de ahora, pq la voz de Cebrián nos alejaba de las miserias humanas y del deporte (reyes absolutistas de la madrugada) para adentrarnos en la república del saber, del conocimiento, del pasado, de nuestros orígenes, de nuestros misterios, de nuestros anhelos...
Pues no tenía el placer de conocerla (su obra) aunque te he oído nombrar miles de veces su programa, la rosa de los vientos.
Como lo que siempre tienes entre manos (salvo deshonrosas excpeciones) es de calidad excepcional, me da pena no haberlo descubierto antes.
Un saludo y que descanse en paz.
Gracias por la parte que me toca, primo, pero luego me aclaras esas deshonrosas excepciones ;-)
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