27.6.07

600




No, no voy a hablar de la segunda parte de la película "300" con Leónidas y sus muchachos protegiéndose de un Jerjes algo zerolín. Vamos a hablar de un coqueto cincuentón que revolucionó en su día todo un país. Efectivamente, como los más despiertos habrán intuído y los más observadores habrán deducido por la foto "ut supra", me refiero al Seat 600.



Ante todo una cuestión de orden. SEAT no significa "Siempre Estamos Apretando Tornillos" sino Sociedad Española de Automóviles Turismos, que estas cosas de las siglas siempre es interesante aclararlo, igual que CAMPSA significa Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo Sociedad Anónima, y bueno, ya metidos en estas lides diremos que en REPSOL-YPF la primera parte del nombre no son unas siglas, sino la mezcla del nombre de una antigua y pequeña compañía de lubricantes (REPESA) unido a la palabra SOL, que simplemente identifica a España ante la mentalidad europea. Pero claro, como no tenían siglas tuvieron que añadirle al nombre el de la petrolera sudamericana que adquierieron en los 90, YPF, que significa Yacimientos Petrolíferos Fiscales.



Al tema, que hoy hace 50 años que empezaron a fabricar los de SEAT a nuestro querido 600, un vehículo que motorizó a toda una nación, que pasó de padres a hijos, a nietos, de hecho incluso algunos hijos fueron concebidos e su interior, además de los innumerables ensayos e intentos que por una u otra causa no culminaron en procreación aunque sí en recreación.



Cuando empezó a comercializarse, en cuatro días hubo tanta gente que "se apuntó" que la lista de espera llegó a superar los dos años. Y el coche no era barato, que digamos, 65.000 pesetas que al cambio actual sería el equivalente a 24.000 €. Obsérvese que a pesar de hablar de precios del año 57 no he caído en hablar de "las antiguas pesetas".



La producción del 600 cesó en 1973 pero durante décadas ha seguido viéndose por nuestras calle no como la joya histórica que ya es, sino como utilitario, como el primer segundo coche que hubo en la mayoría de los hogares españoles. En mi caso la nostalgia me traslada a principios de los años 80, a mi adolescencia veraniega en Moratalla, donde aprendí los primeros rudimentos de la conducción, como no, a bordo de uno de estos coches, en concreto uno de color verde pseudomilitar, descapotable por más señas, y que un día mi madre fue capaz de llevar durante casi 10 kms con el freno de mano puesto mientras de vez en cuando comentaba "qué poco tira hoy este coche".



Siempre que me cruzo con algún 600 por la calle vuelvo la cabeza y sigo su marcha. Me suelo fijar en quien lo conduce y siempre imagino la historia de su relación con el vehículo, si es mayor supongo que el coche lo compró él, si es de mediana edad imagino que puede ser herencia paterna, si es jóven que es el coche que conducía el abuelo... y sé que aunque falle en mis elucubraciones, en la mayoría de las ocasiones el poseedor de una de esas joyas rodantes es alguien cautivado por esa magia inexplicable que posée el 600.



Muchas personas albergan la ilusión de algún día poseer uno, cosa que no es demasiado difícil porque existe un mercado bastante dinámico en torno al "seíllas". En mi caso soy capaz de sustraerme al capricho pero por decantarme por otro aún más exclusivo: el Fiat 600 Multipla. Antecedente del actual monovolúmen de la casa italiana del mismo nombre, y que tantos recuerdos le trae a mi querida y milanesa amiga Chiara, el 600 Multipla tomaba la base del 600 que todos conocemos (que no en vano es diseño italiano) y prescindiendo del morro permitía albergar tres filas de dos pasajeros cada una, configurando así el primer monovolúmen popular de la automoción europea.



En Italia llegaron a usarse con cierta difusión como taxis, ambulancias, vehículos de reparto y similares, y por supuesto eran la solución idónea para las familias numerosas. En Murcia hay uno en bicolor blanco y rojo, de un compañero del Club Ruta del Sol de automóviles antiguos, pero el de mis sueños es en azul y blanco, y como todos los sueños, espero que algún día se haga realidad.



Mientras tanto, querido 600, feliz cumpleaños y que cumplas muchos más.

1 comentario:

Tigretón dijo...

Mis padres tenían un "600 D" blanco. Lamento no tenerlo aún. Esos cuatro "bigotes" en el frontal (el modelo posterior, el "E" creo que llevaba sólo dos)terminados en la "nariz" redonda central con el número 600 plateado sobre fondo rojo. Recuerdo que había un sitio en el interior donde se ponía la radio (o sea la radio que traías de tu casa la colocabas con su antenica y la orientabas para donde pudiera). Casi 20 años tuvimos ese coche (a lo mejor fueron 20), aguantaba lo que le echaran, mi padre me llevaba en él algunos días al colegio (golpetazo trasero incluído, en la plaza de Juan XXIII, sin redonda). Recuerdo el cuadro de instrumentos con el velocímetro enmarcado en un plástico gris, las luces en el salpicadero, el mini maletero delante (llevábamos baca en los viajes largos), el motor detrás cubierto con la puerta con rejillas y el embellecedor encima de la matrícula, la extraña forma de abrir las puertas ("al revés", 2 tenía el nuestro), peligrosa cuando arrancaba el coche. Mi abuelo materno tenía uno verde (de él era la baca que le pedíamos prestada)Recuerdo la novedad que fue ponerle cinturones de seguridad. Creo que si en mi familia ha habido un coche de los que hemos tenido al que sentimentalmente se le ha tenido aprecio ese fue nuestro 600.
Hoy muchos quieren monovolúmenes, todoterrenos, y si no llevan tal extra, malo. Y pensar que hace no tanto viajabamos en nuestros queridos 600