28.8.08

Desolación e impotencia



Veo hoy esta terrible, dramática historia en la sección de videos curiosos de "El Confidencial":
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"1973 supuso el año de debut del piloto británico Roger Williamson en la Fórmula 1. Durante su segunda carrera, en el Gran Premio de Holanda, uno de los neumáticos de Williamson sufrió un reventón, perdiendo así el control del vehículo. El coche impactó contra las barreras a alta velocidad, después de que el depósito de combustible se incendiase debido al roce contra el suelo. David Purley, amigo de Williamson, paró su coche en el arcén y corrió desesperado en ayuda de su compañero. Impotente y solo, Purley se vio incapaz de volcar el coche de Roger y sacarle de la bola de fuego en que se había convertido la máquina. Finalmente, los gritos de Roger, desde el interior del vehículo, cesaron sin que Purley pudiera hacer nada. A David Purley se le concedió la Medalla de Jorge por su heroismo, aunque finalmente su gallardía resultase en vano."
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Las imágenes son duras, demoledoras, conmueven y te dejan el alma encogida. Los gestos de impotencia y frustración de Purley son desoladores, pero su coraje y su tesón, aunque infructuosos, creo que consituyen un ejemplo de que ni en las más adversas circunstancias hay que dar la batalla por perdida.
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En algún sitio leí alguna vez que cuando sucede una catástrofe (un derrumbe, un incendio...) se puede reconocer fácilmente a un héroe... es el único que corre en dirección contraria a todos los que huyen del desastre.

1 comentario:

Athena dijo...

Son unas imágenes impactantes. La expresión corporal lo dice todo.