He vuelto a ver el fascinante espectáculo que bajo el título de "Pagagnini" ofrece el grupo de teatro Yllana. Los descubrí hace meses gracia a Caro y creo que el hecho de repetir en tan poco tiempo da una idea de lo buenos que me parecen y de lo mucho que merece la pena encararse con estos cuatro artistas, cuarteto de cuerda capitaneado por el virtuoso violinista libanés Ara Malikian, completado con Thomas Potiron, Eduardo Ortega y Gartxot. En esta ocasión nos desplazamos hasta Yecla, al preciso Teatro Concha Segura, el Consejero Satanásico Prández, Mamenawer y desde la pampa, Ale. Todos a bordo del Aerolíneas Fernández surcando la noche del altiplano bajo un cielo cuajado de estrellas.
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El espectáculo combina música y humor, no exactamente en el estilo al que, por ejemplo, nos tiene habituados los geniales Les Luthiers (de quienes hablé hace poco), aunque también se trata de jugar con las notas musicales y la ejecución de las piezas que interpretan, sino en un hábil cruce entre el humor sin palabras, gestual, mímico, de El Tricicle y quizá los conciertos que el gran Fernando Argenta presenta en "El Conciertazo" de Televisión Española.
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En definitiva, y parafraseando a los inevitables argentinos, Pagagnini también "unen canto con humor", si no canto al menos sí música. Y también realizan una inestimable labor de acercamiento a la música clásica, que entre los profanos se puede tener por tostón y aburrida, pero que dada la enorme cantidad de compositores, estilos, épocas, piezas... pues siempre habrá algo que nos enganche.
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Estos cuatro locos de Pagagnini lo consiguen en las dos vertientes, en la de mantener al espectador entretenido, divertido, cómplice del humor que se derrocha sobre el escenario, pero también embelesan, maravillan, sorprenden con la maestría a las cuerdas y nos demuestran que la música clásica, esa bella desconocida para muchos, es digna de hacernos perder un poco la cabeza. Intercalan, junto a piezas de repertorio clásico tradicional como el Concierto para violín nº 3 de Mozart, la “Danza española” de la “Vida breve” de de Falla o el Capricho nº 24 de Paganini, fragmentos de tango, flamenco... incluso Metallica llega a reconocerse en algún momento.
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Tierno y divertido es el momento de complicidad física con el público, al sacar dos voluntarios para que les acompañen en la ejecución de una pieza disparatada, y aquí es donde nace una irresistible atracción de Thomas Potiron por la chica que sacan del patio de butacas (nota: tiene buen gusto el francés, en las representaciones a las que he asistido siempre saca a una auténtica monería). A partir de ahí llega una intermitente declaración desesperada de amor a base de "mon amour" y "je t´aimes" que culminan en una deliciosa recreación de "La javanaise" de Serge Gainsbourg.
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Mención aparte merece la vibrante interpretación de "With or without you" mediante un violín eléctrico que efectúa Eduardo Ortega. Conectado el original instrumento a unos disposotivos que le permiten establecer bucles con los fragmentos de la melodía que va ejecutando, poco a poco va contruyendo las distintas voces que conforman la melodía, que si bien no todo el mundo reconoce desde el principio, llega un momento en que el mero asombro por el artificio deja paso a la sorpresa de reconocer esa canción que ha sufrido una deconstrucción inversa... y todo ello, toda las voces de la canción... procedentes de un único instrumento... SUBLIME. No me averguenza confesar que me caían lágrimas de emoción... y eso que no era la primera vez que asistía a ese momento mágico.
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No os los perdáis la próxima vez que vuelvan!!!
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5 comentarios:
¡Eso se avisa a priori, no se cuenta a posteriori!
Dittta sea...
Debo corregir mi maldita prioridad de pasar a la posteridad por estas cosas :-(
mmm
yo los vi hace años en una obra de improvisación, sobre la base de algunos gags de los monty python... impresionantes, tuvieron que parar la representación porque se les iba de madre (es lo malo de no tener un guión)
y ahora que menciono a los monty python, el flying circus está a 27 euros en la fnac, completo completo (los 8 dvds)
En Internet está aún más barato ;-)
(Aprovecho para enviar afectuosos recuerdos a Ramoncín).
Los buenos músicos no tienen necesidad de hacer basura. ¿Qué pensarán tantos y tantos eminentes profespres que habían puesto sus esperanzas en un músico como Malikian al ver que se ha convertido en un payaso? Me parece una traición vergonzosa a tanto esfuerzo.
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