Tal día como hoy en 1987, y como parte del programa de televisión "The Tracey Ullman Show", los dibujos amarillos de la familia más famosa de Springfield nacían para la Historia.
Sí, así, con mayúsculas, la Historia, porque además de haberse convertido a lo largo de estas dos décadas en una de las series más populares de la caja tonta han logrado llegar a todos los rincones del mundo, han conseguido que temprada tras temporada se espere con interés sus nuevos capítulos y que incluso en ausencia de ellos centenares de millones de espectadores permanezcan atentos a sus pantallas incluso en las interminablemente reiterativas reposiciones de las temporadas anteriores.
En España los más mayores se acordarán de haberlos visto tal cual fue su orígen, es decir, como una parte más que integraba el programa de la humorista norteamericana Tracey Ullman, con sus dibujos feístas incluso, mordaces e iconoclastas, características estas últimas que no han variado a lo largo de los años, por fortuna.
Lo que sí ha ido evolucionando es el dibujo de Matt Groening, el creador de Los Simpson, dulcificándose incluso y llegando a dotar de mayor profundidad y complejidad ese mundo que ha conseguido que Homer Simpson sea reconocido por millones de personas como un modelo si no a imitar al menos a desear.
En este vigésimo cumpleaños (viegésimo, que dirían Les Luthiers) además se estrenará la primera película que lleva a Los Simpson a la pantalla grande, y como símbolo de la enorme aceptación en la cultura (no sólo en la popular) que despiertan, baste decir que más de media docena de ciudades de nombre Springfield de Estados Unidos se disputan el honor de albergar el preestreno mundial del film.
En cualquier caso, FELICIDADES y que cumpláis muchos más, querida familia Simpson.
2 comentarios:
Es admirable la capacidad de rectificación que tuvieron los guionistas al darse cuenta de que Bart no era, como pensaban, el gran protagonista.
Qué grande Homer. Y qué grande Carlos Revilla. Es de las pocas veces que no he sabido acostumbrarme a un nuevo doblaje: Carlos era Homer, y viceversa.
PS: lo de "viegésimo" me ha llegado al alma. Yo también soy acólito no anónimo de Les luthiers.
Completamente de acuerdo con lo de saber ver que a quien admiramos no es a un gamberrete que hace maldades para divertirse sino a un holgazán tragón e inocentón que en el fondo adora a su familia... y es que desde el principio los Simpson no eran una serie para críos sino para ese niño que llevamos dentro los cuasi cuarentones y que nos impulsa a comprarnos figuritas de Star Wars, llorar como nenazas cuando SamSagaz Gamji sigue a su señor por las laderas del Monte del Destino y nos hace dudar entre la PS3 y la Wii.
Y sobre Carlos Revilla, inolvidable voz de Homer... ?recuerdas un anuncio de Angileptol en que un señor mayor y con barba entraba en un taxi y recomendaba ese medicamento para la garganta? Pues ese era Carlos Revilla ;-)
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