Interiorizas algo, lo procesas, lo racionalizas, acaba saliendo al exterior, los demás pueden llegar a percibirlo.
Más vale caer en gracia que ser gracioso, y por suerte o por desgracia al final son los demás quienes sirven de termómetro para tu temperatura interior, lo que irradias hacia afuera es símbolo de lo que transcurre por tu interior, y suele ser su acogimiento por los que te rodean la medida del éxito o el fracaso de tu postura ante la vida.
En ocasiones tu éxito dependerá del afán de triunfo que portes contigo y de como los demás lo perciban, serás un ganador si quienes te rodean lo notan. Dicen que los animales huelen el miedo, pero las personas pueden darse cuenta de otros estados de ánimo e identifican tu persona con lo que les transmites.
El Blog de Sexo de El Mundo trata este tema, el de la autoestima, y resume en una frase algo que es aplicable al resto de los campos de nuestra existencia: "lo que hace a una persona sexy es más su actitud que sus atributos físicos".
Recuérdalo. Pero ten presente que hablamos de compostura, nunca de impostura. Si la verdad no habita en tu interior no estás transmitiendo, estas mintiendo.
Aquí tienes más información.
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