(Pulsa el play para escuchar la música que acompaña a esta entrada)
Hace casi 60 años que el amigo Felix Wankel ideó el sistema de motor rotativo que hoy en día sólo podemos ver en acción en un coche de serie si adquirimos un Mazda RX-8. A diferencia del habitual motor de combustión interna por explosión de combustible en cilindros que albergan pistones movidos en régiimen de cuatro tiempos, los motores rotativos, como su propio nombre indica, tienen en su interior una pieza que rota sobre sí misma y hace las funciones de admisión, explosión y evacuación de manera contínua, con menos componentes mecánicos, más eficiencia... y para que mentir, de modo extremadamente original.
A pesar de un mayor consumo de aceite respecto a los motores habituales, también son motores menos pesados y capaces de entregar mucha potencia con poco cubicaje. Como ejemplo, los competidores del Mazda RX8 en su segmento (Audi TT Coupé, Alfa Romeo Brera, Mercedes CLK o Peugeot 407 Coupé) oscilan entre los 185/205 cv de potencia con cilindradas superiores a los 2.000 c.c. mientras que el Mazda llega a los 231 cv con sólo 1.300 c.c. y SIN TURBO.
AQUÍ se puede encontrar una completa y detallada explicación sobre el modo de funcionamiento de este ingenioso motor, y AQUÍ el análisis exhaustivo del Mazda RX-8, un coupé original no sólo por su motor, sino entre otras cosas porque cuenta con cuatro puertas, abriéndose las traseras en sentido inverso de la marcha, dejando además un vano SIN pilar central.
Y como decía Troy McClure en "Los Simpson"... "quizá alguno de ustedes me recuerde como el coche que le levantaba Lobezno a Cíclope en la película de los X-Men".
No hay comentarios:
Publicar un comentario