16.10.08

Promesas del Sureste



Me cuesta un poco aparcar la GoldWing en el hueco que he encontrado.
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Los callejones del entorno de San Andrés dejan poco lugar para encontrar sitio donde aparcar. Con una moto puedes tenerlo más sencillo, pero la GoldWing es una moto que pesa casi 400 kilos y ocupa como medio coche, ási que en ocasiones la maniobra es delicada y se agradece que esta motocicleta incluya una marcha atrás.
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No he advertido que tengo dos espectadores que aguardan hasta que estoy abriendo el "maletero" para entablar conversación mientras deposito el casco, los guantes, la chaqueta y demás impedimenta en el interior del cofre.
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Uno de ellos viste pantalón claro y camiseta roja, una prenda que se ciñe a su torso musculado. Su pelo es moreno y rizado. El otro lleva camisa negra con delgadas rayitas gris claro, pantalón oscuro y el cabello rubio peinado hacia atrás. Camina hacia mi con un aire desenvuelto, lleno de confianza, como si fuese el amo del cortijo.
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El rubio (¿Viktor?) me saluda y alaba la motocicleta. Quiere saber cuanto corre, cuanto pesa, cuanto gasta... por si acaso le digo que corre poco, pesa mucho y gasta muchísimo. Tiene un marcado acento ruso, y traduce cada uno de mis comentarios a su compañero (¿Dmitri?), que asiente gravemente mientras recorre con la mirada la moto.
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¿Viktor? sonríe como el gato que se comió al canario, mantiene conmigo una familiaridad que sería inquietante en otras circunstancias o en otro lugar. Bueno, igual este es el momento y el lugar pero por las razones que sean no siento esa inquietud. Me tiende la mano y me ofrece unos cuantos cacahuetes que acepto con agradecimiento y que empiezo a pelar y comer.
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Continuamos hablando de la comodidad de la moto, de su comportamiento en los viajes y su su agilidad en ciudad. Cada comentario que hago es traducido inmediatamente para que ¿Dmitri? sepa de qué estamos hablando... claro, que igual ¿Viktor? no está traduciendo y ellos llevan su propia conversación. Pregunta por la seguridad del vehículo, él mismo indica que la llave tiene protección antirrobo mediante código y yo, que soy educado, decido no llevarle la contraria de manera que confirmo que POR SUPUESTO que es así, y que ADEMÁS cuenta con un sofisticado sistema de alarma que controlo mediante un mando a distancia que llevo en el bolsillo y que me indica si alguien toca la moto, la mueve, trata de arrancarla (Carlos)...
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Nos despedimos. ¿Viktor? saca de su bolsillo un caramelo de fresa y me lo ofrece. Le digo que no, gracias. Me mira con sus ojos burlones mientras esboza una sonrisa de medio lado.
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-Anda... cógelo...
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Alargo la mano, lo cojo, y hago una leve reverencia con la cabeza como muestra de agradecimiento mientras le digo "spaceba". Él me responde que gracias a mí por la amabilidad al hablar de mi moto. "Nyet cto" (de nada), le respondo mientras observo como ¿Viktor? y ¿Dmitri? se alejan por la estrecha acera de un callejón de San Andrés  y espero secretamente no haberme hecho acreedor de recibir un gesto como el que Viggo Mortensen hacía en una película de Cronenmberg al haber dudado sobre el ofrecimiento del caramelo de fresa.

10 comentarios:

madog dijo...

De ahora en adelante te llamaré "el hombre tranquilo" porque mira que te tomas con calma los encuentros que tienes por esos barrios multirraciales que frecuentas. Desde señoras de generosas carnes, generosamente bañadas en alcohol, a ciudadanos del este de Europa de singular generosidad, o a ciudadanos, de no se sabe donde, con muchas copas de más, malas pulgas y sin ninguna generosidad...
Para terminar, sólo comentarte que el barrio en cuestión no es San Andrés sino San Antolín, y el callejón de marras es la calle del Cristo del Perdón. ;-)

Ramón Monedero dijo...

Es curioso, EStaba leyendo tu entrada ansioso, esperando que en cualquier momento uno te sacara un cuchillo o una pistola. Me doy cuenta de que es un sucio prejuicio mio o no se si soy víctima de las actuales circunstancias teniendo en cuenta sobre todo, que a mi un tipo mejor vestido que yo me quitó el móvil y la cartera poniendome una navaja de medio metro en la cara. ¿Prejuicios del este?

Anónimo dijo...

!Una de mis pelis favoritas! Y qué bien que está Vigo (bueno, como siempre)...

Tigretón dijo...

Impresionante relato. Desde luego si te llega a "pasar algo" hay que reconocer que "calcas" la descripción de los sujetos con total fidelidad: desde el cabello hasta como iban vestidos.

Y la verdad estaba como Ramón, un tanto con el alma en vilo, porque no sabía como iba a terminar. La sangre la debes tener a cero absoluto. Bufff!!! Menudo suspense!!! Fenomenalmente bien contado además

Por cierto, dada tu "cold blood" un día podías acompañarme a mí y a mi jefa a Los Rosales, al Palmar, a hacer unas actas por allí... ;-)

Antonio Rentero dijo...

MADOG: creía que San Antolín empezaba al otro lado de la avenida... gracias por la precisión geográfica. En cualquier caso la fauna de la zona es para clasificarla taxonómicamente como el sufrido oficial médico de la "Surprise" (ver "Master & Commander").

RAMÓN: si prejuicios los tenemos todos, pero quizá por deformación profesional perfiero esperar a que las partes presenten sus pruebas antes de emitir sentencia (aunque yo por dentro lleve mi propia opinión previa). El que te levantó el móvil y la cartera a lo mejor era un promotor inmobiliario... y además recuerda que aquella noche te retiraste antes de tiempo, si hubieses seguido con Johnny Rabo y conmigo quizá no te hubiera pasado... y si nos sale a todos hoy sería historia, el pobre delincuente.

ANÓNIMO: a tí lo que te moló es la pelea en la ducha, ¿ a que sí? ;-)

TIGRE (y el resto): gracias por los piropos a lo que algunos denominan "presencia de ánimo". Cuando quieras te acompaño a Los Rosales y demás barrios altos, después de ver como es la vida en Los Mateos igual me parece estar en un resort ;-)

En cualquier caso en momentos como esos tb tranquiliza tener un casco en la mano (NUNCA te pelees con alguien que lleva un casco... un golpe en la cara con uno dicen que hace mucha pupa) o aunque sea la propia llave de la moto... un golpe seco y rápido con la punta de la llave en el lateral del cuello o en el parietal acaban con una incipiente confrontación en el tiempo que tarde el receptor del mismo en caer al suelo.

Supongo que tengo la sangre espesa o algo, aunque recnozco que desde que empecé con las artes marciales hace casi 20 años da mucha calma interior saber como defenderte de una agresión, te ayuda a no ponerte tú tb nervioso y contribuir con ello a que el otro tb se altere.

Ah, y correr rápido tb ayuda en estos casos. Más vale cobarde vivo que valiente muerto, chicos.

Athena dijo...

Conociendo su don de gentes, yo no esperaba lo que los demás. Sólo leía para tomar nota de qué hacer en un caso parecido...

Recuerdo que un día estaba con mi "hermano" Apolo (es en realidad un amigo, pero así nos tratamos) en Santa Isabel y se nos puso a darnos la vara un tío que ya era famoso por Murcia, porque iba contando cada vez una historia. A nosotros nos soltó la última versión y mi "hermano", sin inmutarse le preguntó "¿Tú no eras esa persona a la que se le murieron sus padres en un accidente en al M-30?". El tío se puso muy nervioso y empezó a gritarnos, pegó su cara a la de mi "hermano" y siguió gritando, diciendo que si le estaba llamando mentiroso, etc. El otro se mostró totalmente impasible, y yo hecha un flan, porque este tipo le había sacado una pistola hacía poco a la novia de un amigo. Lo pasé fatal, pero admiraré siempre la actitud fría y confiada de mi "hermano". Gracias, Apolo.

Anónimo dijo...

Efectiviwonder, lo de la pelea me molo un montón ;)
Además por estar rodada la secuencia así sin cortes, o así me lo pareció, y por lo real que se veía.
Vigo es un pedazo de actor, uno de los mejores del cine actual.

Antonio Rentero dijo...

Creo que en esta vida siempre es mas importante mantener la cabeza fria en la medida de lo posible.

Y la escena de la pelea es que se las trae... magnificamente "coreografiada" y mejor rodada, impacta la agresion final del personaje de Mortensen por la aparente ausencia de "truco".

Por cierto, ayer fue su cumple (el de Viggo) y celebro sus 50 tacos (increible, este ha hecho un pacto con alguien q huele a azufre) pasando el dia en solitario, en un lugar alejado, meditando... todo un personaje.

Ramón Monedero dijo...

Hay que ver la que se ha organizado por darle conversación a dos rusos de las narices con tu flamante BMW de 400 kilos detrás... ¿No habrá por aquí, al menos, un eslavo (o mejor, eslava) que ponga aquí un poco de orden?
Jeje
En cuanto a lo del tipo que me levanto el movil promotor inmobilario..., yo dira más bien que iba encocado hasta las cejas y que si hubiera tenido un poco de frialdad (porque no seré como Jaso Statham) le hubiera estamapado el craneo en la pared de enfrnete y todavía me estaría quitando restos de su materia gris de mis manos...

Antonio Rentero dijo...

Por Dios, Ramón, qué violencia!!!

Breve inciso, la GoldWing es Honda, no BMW (esa era la que tenía antes) y puestos a ser exactos pesa (con el depósito de gasolina lleno) 385 kgs.

Sobre jason Statham... esta tarde he visto "Crank" después de comer... imposible echarse la siesta, claro jajajaja, expeditivio el pollo, especialmente con el polvazo que le pega a su novia en medio de Chinatown... por exigencias del argumento, lógicamente, debía mantener su nivel de adrenalina alto para no morir... lo que es descojonante es el diálogo por teléfono con el amigo que le aconseja, el Jason corriendo a toda leche por el downtown de L.A. hablando por el móvil tó spídico y el amigo en plan diagnóstico diferenciado:

"¿Tienes el corazón acelerado? / ¡Sí! / Pero con sudor frío / Afirmativo / Y aunque estás corriendo no te sientes agotado / Negativo / Y mientras tienes una erección de caballo / (Jason mira hacia abajo mientras sigue corriendo como un poseso con una bata de hospital de las que van abiertas por detrás) ¡¡Afirmativo!!".