Bajo la exquisita organización de Enrique Máximo, Los Rincones de la Música vuelven a recalar en el excepcional marco de la Iglesia de Nuestro Padre Jesús.
En esta ocasión para deleitarnos con un concierto de zanfona, instrumento de cuerda en el que dos de ellas (los bordones) ofrecen un sonido contínuo que se produce por la fricción incesante de una pieza circular de madera que se mueve con una manivela mientras que las otras tres cuerdas son pulsadas mediante unas teclas para construir la melodía.
El resultado semeja el sonido de una gaita, sólo que en lugar de ser un instrumento de viento es de cuerda. El instrumento, en las manos del músico y folklorista Claude Flagel, nos envolvió de manera casi mágica transportándonos en el tiempo, a los siglos XIII, XVII y XVIII, cuando mendigos y ciegos recorrían los caminos, los pueblos y las ciudades europeas haciendo sonar este curioso instrumento de origen sacro.
Como en otras ocasiones, un "notario gráfico", el artista del pincel Eduardo Berenguer, recogió en directo, mientras duraba el concierto, la imágen del mismo en una acuarela.
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