En estos días un incendio atroz arrasa Australia, causando alrededor de 200 víctimas mortales humanas.
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Pero entre el resto de las especies vivientes con las que compartimos este planeta las bajas son mucho más numerosas. El fuego se extiende de una forma tan rápida y feroz que ni los ágiles y saltarines canguros son capaces de ponerse a salvo con la suficiente velocidad habiendo muerto muchos de ellos atrapados por las llamas.
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Qué decir de especies mucho más lentas en sus desplazamientos, como los koalas, ese animal para el que nació (junto con el oso panda) el adjetivo de "abrazable".
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Por eso la foto que acompaña a esta entrada no deja de ser una prueba de que no todo está perdido y que el hombre no siempre es ese ser despiadado, insensible y egoísta. Un bombero australiano encontró en medio de los bosques de eucaliptos de la provincia de Victoria a este ejemplar que a duras penas estaba logrando ponerse a salvo, con las patas lastimadas y alguna quemadura, casi deshidratado, y compartió con él los botellines de agua que llevaba. Hasta tres seguidos se bebió la criatura.
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Pero entre el resto de las especies vivientes con las que compartimos este planeta las bajas son mucho más numerosas. El fuego se extiende de una forma tan rápida y feroz que ni los ágiles y saltarines canguros son capaces de ponerse a salvo con la suficiente velocidad habiendo muerto muchos de ellos atrapados por las llamas.
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Qué decir de especies mucho más lentas en sus desplazamientos, como los koalas, ese animal para el que nació (junto con el oso panda) el adjetivo de "abrazable".
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Por eso la foto que acompaña a esta entrada no deja de ser una prueba de que no todo está perdido y que el hombre no siempre es ese ser despiadado, insensible y egoísta. Un bombero australiano encontró en medio de los bosques de eucaliptos de la provincia de Victoria a este ejemplar que a duras penas estaba logrando ponerse a salvo, con las patas lastimadas y alguna quemadura, casi deshidratado, y compartió con él los botellines de agua que llevaba. Hasta tres seguidos se bebió la criatura.
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Los koalas se caracterizan entre otras cosas por ser animales tremendamente tímidos y asustadizos y de hecho en los zoológicos y parque naturales donde se pueden contemplar, pese a ser los favoritos de los niños, resulta muy delicado mostrarlos porque tienen gran facilidad para sufrir stress al sentirse observados y aproximarse a ellos es tarea complicada. Por ello me llama poderosamente la atención en esta sensacional fotografía, obra de Russell Vickery, esa ternura con la que el bombero, un hombre rudo y fornido acostumbrado a encarar el peligro y la muerte, le sostiene la mano al koala, un animal pacífico, tranquilo, acostumbrado a una vida parsimoniosa y sin sobresaltos, como en los momentos de apuro y dificultad las diferencias se olvidan incluso si no pertenecemos al mismo orden taxonómico.
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La pena es que tengan que ocurrir catástrofes y desdichas para experimentar esos sentimientos.
3 comentarios:
Qué gran post, Rentero, y qué buena imagen. Me ha encantado.
Un saludo
Qué bíblico está usted. Se nota que viene por ahí la Semana Santa, querido morao.
Muchas gracias, Wunderk. Me alegro de que te haya gustado.
Athena, no había caído... pero a ver si fuera a ser eso :-)
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