Así fue TEDxMurcia

Desde que aprendimos a articular palabras y alguien tuvo algo interesante que contar para compartir sus experiencias y sabiduría en torno al fuego de una hoguera, a muchos nos ha fascinado recibir información y conocimiento que amplíe nuestros horizontes.

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Cambiando el fuego de campamento y la caverna por un salón decimonónico en el (tenía que decirlo) marco incomparable del Real Casino de Murcia, los nuevos portadores de la transmisión oral 2.0 del saber son los ponentes de un evento TED.

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Las siglas corresponden en inglés a tecnología, entretenimiento y diseño puesto que estas fueron las materias sobre las que versaban las primeras ponencias acogidas bajo este formato en USA, donde nació, se desarrolló y desde donde se distribuyó al resto del mundo via YouTube, concitando la atención de millones de espectadores de estos monólogos de +/- 20 minutos de duración en los que se propone reflexión, se aporta información, se comparte experiencia o se aconseja modificación de hábitos. Todo basado en un principio esencial: ideas que merece la pena difundir.

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El TEDxMurcia (evento organizado de forma local, a modo de "franquicia" supervisado por la "casa madre") de este sábado ha supuesto un estimulante "masaje cerebral" en el que las neuronas se nos han activado a todos los que hemos participado como afortunado público a esta serie de ponencias que se reunían bajo un denominador común: el desafío de lo simple.

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En un momento en que la vida nos parece complicada (o compleja, que no es lo mismo, como aprendimos), repleta de afanes inalcanzables, regida por acumulaciones diversas, frenética cual maelstrom de obligaciones endógenas y exógenas, alimentada por sustancias de origen y denominación misterioso y sin tiempo para tomas café con un amigo, el oasis de TEDxMurcia nos ha permitido hacer una pausa estilo Kit&Kat, mirar alrededor, darnos cuenta de que somos una mota de polvo en medio del Cosmos (y aun así, parte integrante de esa grandeza inabarcable) y por si fuera poco, ser tan afortunados de haber compartido este día con grandes amigos.

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El primer ponente, Christian Felber, nos acercó a la Economía del Bien Común, un nuevo concepto que permitiría identificar las empresas que en su proceso productivo y en su comportamiento social y laboral hacen gala de principios de respeto que redundan en provecho de la Sociedad, considerando el dinero como un medio, no como un fin en si mismo, transmutando los tradicionales ejes del afán de lucro y la competencia, como valores esenciales de la Economía, por la satisfacción de las necesidades humanas: bien común y cooperación.

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César García nos permitió conocer el concepto MiWi, en un momento en el que estamos ante un cambio tecnológico pero donde el cambio realmente importante es social. La tecnología ha cambiado pero hemos cambiado más nosotros, cómo nos relacionamos con los demás y cómo nos relacionamos con las marcas.

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Una frase suya que quizá pasó desapercibida pero que tiene un hondo calado es que quizá el uso que hacemos ahora mismo de Internet (una herramienta que casi es una recién nacida) es como si usáramos el fuego sólo para calentarnos.

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En diversos ámbitos, pero específicamente en el de la producción de mercancías, abogó por el concepto de que el S. XXI ha vuelto a colocar al hombre en el centro de todo por contraposición al S. XX, que fue el siglo de la masa. Ahí se coloca su formulación del MiWi, aplicable a un móvil, unas zapatillas deportivas, un viaje o un automóvil: pasamos del "quiero lo mismo" al "quiero lo mío", personalización de productos y servicios: de experiencias.

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Uno de los ponentes que, personalmente, más me impresionó, fue el profesor de filosofía Higinio Marín, cuya ponencia se titulaba "Tener, tener-se y perder-se. Lo complejo como pérdida". Alguien que comienza su alocución diciendo que "hoy nadie habla de sabios ni de la sabiduría como valor" ya deja claro que va a remover los cimientos de nuestra conciencia.

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Al menos antes nos facilita la labor al aclararnos que llamamos complejidad a lo que no sabemos cómo resolver. La solución siempre esclarece... y a continuación apunta a una de las materias que subyacían a todo el evento TEDxMurcia y que no fue el único en abordar: nunca antes habíamos tenido tanta capacidad de tener cosas, hemos llegado al punto en el que hemos terminado poseídos por nuestras posesiones. Un ordenador, un tablet, un móvil... es un medio, pero se ha convertido en un fin.

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Ese sentimiento o afán de posesión, en todo caso, si debiéramos tenerlo con respecto a algo debería ser no por lo material, sino por lo inmaterial: lo que sabemos. Pero no debemos olvidar que la única forma de entrar en posesión efectiva del saber es comunicarlo. Las ideas las tengo en la medida en que soy capaz de comunicarlas y las perfeccionamos cuanto mejor soy capaz de comunicarlas.

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Nos puso Higinio Marín un ejemplo excelente, por lo práctico y por lo escueto de su formulación: el caso del alumno al que se le hace una pregunta y responde con un "lo sé pero lo tengo en la punta de la lengua"... ¡SUSPENSO! La carcajada de aprobación y reconocimiento fue generalizada.

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Finalizó el profesor Marín con una frase de las que uno apunta para volver a reflexionar sobre ella de forma más pausada posteriormente: el amor es la única forma de posesión de uno mismo que se alcanza mediante la posesión ajena y dejándose poseer por otro.

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A continuación Marc Grau nos hizo partícipes del arte de buscar el equilibrio y nos ayudó a diferenciar lo simple (llenar un vaso de agua) de lo complicado (fabricar un automóvil, necesitamos muchos pasos pero si los seguimos lo conseguimos) y esto de lo complejo (cuando no están claros los pasos a seguir).

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Empecemos por aclarar que equilibrio no es dar la misma importancia a todo, las cosas más importantes debemos darles más tiempo. Todos tenemos 168 horas a la semana y si le dedicas más tiempo al trabajo se las restas a la familia. Sólo el 28% de los españoles están satisfechos con su organización horaria y para tratar de solucionar este problema Grau nos recordó algunos errores que solemos cometer: la cultura del presencialismo o la confusión imperante entre flexibilidad y disponibilidad constante.

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El trabajo y las tareas que debemos realizar NUNCA se van a terminar así que no nos queda otra que planificar y priorizar y buscar apoyos.

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Finalmente, y ante la pregunta ¿qué es el éxito? ¿es tener, aprender, servir...? sólo cabe encontrar el equilibrio entre nuestras prioridades y objetivos para el éxito que queremos alcanzar.

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Hasta este momento las charlas TEDxMurcia  habían sido presenciales pero se incluyó en el programa un par de vídeos de ponentes que habían participado en eventos TED y que por su especial interés merecían nuestra atención. La primera, determinante para el tema central de este evento, corrió a cargo de Graham Hill, fundador del ecoblog TreeHugger que nos preguntaba (y ayudó a respondernos) si podemos ser más felices con menos.

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Nos hemos convertido en tan buenos compradores que necesitamos cada vez más espacio para nuestras posesiones materiales. En USA hoy tienen el triple de espacio para almacenar objetos personales que hace 50 años. Hill, a través de su web www.lifeedited.org propone una "vida editada" en la que hagamos una "poda" de lo que nos rodea para, entre otras cosas, simplificar nuestra vida así como con el fin de dejar la menor huella ecológica posible. Si vivimos en una casa más pequeña y tenemos menos cosas nuestro efecto en el entorno será menor.

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Propugna hacerlo de forma progresiva y racional. Todo empezó cuando decidió pasar a vivir a un apartamento de menor tamaño y para ello además de desprenderse de diversas posesiones optimizo espacio mediante muebles de menor tamaño, a los que se pueda dar varios usos, además de (y muy especialmente) prescindir de todo lo no imprescindible. Todo esto lo puso en práctica y puede comprobarse en este reportaje sobre su apartamento "editado".

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Para ello propone "editar" sin piedad, quitar lo superfluo de nuestras vidas. ¿Esto me hará feliz... de verdad? Si no es así, fuera. Pequeño=mejor, volvemos al "menos es más" y especialmente en el caso de la vivienda hay que tener en cuenta la multifuncionalidad: muebles y espacios que puedan tener varios usos, puedan compartirse...

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Con gran entusiasmo Elena Alfaro nos transmitió el concepto de que las ideas no duran mucho y hay que hacer algo con ellas, frase de Santiago Ramón y Cajal, y que ella trata de aplicar a un proyecto de reutilización de libros de texto.

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Personalmente me pareció una idea interesante pero que quizá llega algo tarde. En un momento en el que tenemos tablets a 99€ y aplicaciones educativas a 4.95€, en que en Estados Unidos Amazon "alquila" libros electrónicos académicos por cuatrimestres... me pareció algo que habría sido mucho más adecuado hace una década.

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Nos dejó, eso sí, una frase poderosa: la razón es el piloto y la emoción es el combustible. Una frase a la que, por cierto, si le das la vuelta (la emoción es el piloto y la razón el combustible) te retrata a un determinado tipo de personas muy peculiar.

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Con gran maestría expositiva Daniel Torregrosa, autor del blog Ese punto azul pálido, defendió la tesis de que nunca la perspectiva fue tan literal. Empezó lanzando una pelota de tenis al público para que un asistente la sostuviese en alto mientras él nos mostraba un globo terráqueo con el fin de mostrarnos a una escala aproximada la distancia que media entre nuestro planeta y la Luna.
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A partir de ahí nos "puso en nuestro sitio", literalmente, al establecer comparaciones mediante diapositivas entre el tamaño de la Tierra, el Sol, este y estrellas de mayor tamaño... hasta concluir con la célebre fotografía que, por consejo de Carl Sagan, la sonda Voyager tomó cuando se encontraba a 6.000 millones de kilómetros de la Tierra y en la que nuestro planeta no es más que un casi indistinguible punto azul pálido, tres palabras que dieron título a un libro del propio Sagan, de quien nos leyó un texto Daniel Torregrosa, en el que la escala cósmica hace que nuestro planeta, nuestra civilización y nosotros mismos quedemos reducidos a una insignificante nadería, un suspiro irrelevante en medio del Cosmos inabarcable, con lo que nuestras preocupaciones, problemas, logros y afanes quedan minimizados a una escala inapreciable.

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También nos recordó el bíblico "polvo eres y en polvo te convertirás" al recordarnos que estamos compuestos por átomos que un día vagaron por el espacio y que algún día volverán a hacerlo, somos polvo de estrellas y en cierto modo somos uno con el Universo que nos alberga.

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Especialmente reveladora fue la ponencia de José Manuel López Nicolás, autor del blog Scientia, sobre ciencia, publicidad, y alimentos funcionales. Responsable del blog Scientia, con un estilo tan sorprendente en sus datos como divertido en las formas, nos enseñó trucos de las marcas para vendernos supuestas propiedades naturales, científicas o de salud de sus productos que, en el fondo, o no existen o podríamos tener acceso a esos mismos beneficios comiéndonos una naranja o un plátano

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También nos enseñó del sensacionalismo de algunos "análisis" sobre ingredientes potencialmente cancerígenos presentes en la Coca-Cola que requerirían que bebieras 60.000 litros diarios. Antes mueres de tsunami de CocaCola. De nuevo gran carcajada entre la concurrencia.

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Juancho Aguado nos habló de la comunicación líquida y las complejidades de la simplicidad, abriendo fuego con una frase devastadora que le dijeron una vez: "usted tiene algo q decir o va a usar powerpoint?"

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Aclarando que simplicidad y complejidad no son términos opuestos (aquí merecería recordar las iteraciones fractales), tradicionalmente la tecnología se ha entendido como un medio para simplificar nuestra vida a través de mecanismos complejos.

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Las relaciones son el caldo de cultivo de la complejidad. Creamos lo que somos a través del tráfico de relaciones que se establece con el uso de las tecnologías de la comunicación: los móviles, por ejemplo, son los dispositivos que más profundamente han cambiado el modo en que nos relacionamos.

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El móvil nació para simplificarnos la vida y nos la ha complicado... o esa podría ser nuestra conclusión pero estaría equivocada, puesto que en realidad la ha hecho más compleja. Esto da lugar a algunas paradojas (o parajodas, como le gusta decir a José Egea): comunicarse más no es comunicarse mejor

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Este uso impenitente del móvil nos ha permitido descubrir que los tiempos muertos estaban vivos, lo descubrimos mientras esperamos y sacamos el móvil para jugar, escribir, navegar...

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Lo curioso es que los tiempos muertos son el último reducto de estar a solas con nuestro pensamiento, con lo que habría que reflexionar sobre si esta vitalidad que le estamos concediendo a estos tiempos muertos no se la estaremos restando a la reflexión, la introspección y el monólogo interior.

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Algo también a tener en consideración es la capacidad del móvil para crear crear burbujas de espacio privado en lugares públicos. Algo que Juancho Aguado demostró con una excelentemente preparada autointerrupción mediante una llamada recibida en su móvil, interrumpiendo su ponencia para explicarle a un imaginario interlocutor que no podía atenderle porque estaba ofreciendo una ponencia. El ejemplo recibió una gran ovación de reconocimiento.

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Finalmente nos ofreció otra reflexión, relativa a cómo tecnología cambia la percepción de lo que es público y lo que es privado. Una adolescente no colgaría una foto suya en bikini en el tablón de anuncios del instituto pero sí la cuelga en Facebook.

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Otro vídeo de una charla TED de Carl Honoré sobre la virtud de la ralentización, del movimiento SLOW que propugna que olvidemos las prisas y racionalicemos nuestra actividad para priorizar y dedicar el tiempo que se merece las actividades importantes supuso una nueva llamada de atención para recordarnos ese desafío de los simple que era el leitmotiv de la convocatoria y que nos obliga a reflexionar sobre esta veloz carrera que muchos llevamos hacia... quizá hacia ninguna parte.

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Teresa Jular fue la siguiente ponente, con + diseño para otra Economía: así de simple, como propuesta para desarrollar una nueva concepción de la transformación del modelo de relaciones sociales y económicas. Nos expuso varias ideas pero particularmente me resultó atractivo el concepto relativo al árbol estratégico que creo que habría resultado interesante haber detallado más y que me dejó con ganas de poder examinar con más detenimiento el complejo esquema del mismo que se proyectó.

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Nos acercamos a continuación con "Push the button" al valor de la lúdica de la mano de la joven artista multidisciplinar Iona Pergo (por cierto, con un rostro de belleza dolorosamente perfecta). Por la mañana nos había ofrecido un pequeño concierto-performance de música electrónica en el que interactuaba con sonido e imagen a través de periféricos precisamente relacionados con el mundo del videojuego: un mando de PlayStation y la guitarra del "GuitarHero", aunque tal y como contrastamos posteriormente algunos asistentes, muchos nos quedamos con las ganas de que nos hubiese explicado el método de interacción que empleaba.

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No fue el único interludio musical que tuvimos puesto que por la mañana tuvimos la enorme suerte de disfrutar de la voz en directo de la cantante Alba Lucía interpretando unas emocionantes versiones de "Someone like you" de Adele (artista a la que le tiene cogida la medida, como atestigua esta versión del tema principal del último 007, "Skyfall") y de "Lucía" de Joan Manuel Serrat. Por la tarde el virtuosismo de Angel Cámara al piano llenó con la música del "Apassionatta" de Beethoven el salón de música del Casino donde nos encontrábamos.

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En su ponencia, Iona Pergo nos contó cómo afrontar las dificultades desde lo lúdico nos permite disfrutar resolviendo un reto, nos permite estirar el tiempo. El juego es irresistible, capta nuestra atención, es por tanto un elemento de atracción pero también de control. Con el paso del tiempo la cultura de la risa se quedó aislada frente a la seriedad del juego (convertido en deporte, en competición, en negocio). Los juegos de colaboración cada vez tienen menos cabida y por ello habría que reforzarlos ante un mundo cada vez más inhóspito.

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Finalizó su intervención con una cita de Johan Huizinger: La cultura exige siempre, en cierto sentido, ser jugada en un convenio recíproco sobre las reglas.

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Finalizó TEDxMurcia con dos ponencias que servían para ponernos las pilas y afrontar grandes retos. Óscar Sánchez nos habló del optimismo como motor del cambio y de la relación existente entre optimismo y creatividad. Nos recordó que el optimismo se puede entrenar así que no sería mala idea hacer "flexiones de optimismo" cual ejercicio gimnástico con el que tonificar ese "músculo".

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Por último y como inmejorable colofón, Angel López Naranjo, de la Escuela de Negocios Target, cuya ponencia se titulaba "hoy puede ser un gran día" comenzó ofreciéndonos un mal dato (España es el país número 36 del mundo en competitividad y el 119 en eficiencia) para a continuación proporcionarnos una serie de consejos, herramientas y trucos para ser capaces de mejorar en nuestro día a día.

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Generó una cálida y divertida complicidad con el auditorio haciendo que cerrásemos los ojos para seleccionar a cinco personas que subirían al estrado, recorriendo el pasillo entre los asientos señalando y sacando a los elegidos... para finalmente decirnos que abriésemos los ojos y que pudiésemos comprobar que no había nadie sobre el estrado.

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También nos puso de pie a cambiar bombillas imaginarias, nos hizo dar un masaje a nuestros compañeros de fila o nos mostró un vídeo de su hijo pequeño tropezando, cayendo al suelo, siendo animado a ponerse en pie sin ayudarle, consiguiéndolo, riéndose, volviendo a caerse, siendo animado de nuevo a levantarse y cómo el hecho de haber sido capaz de sobreponerse al tropiezo y ser capaz de ponerse en pie sin ayuda provocaba la risa del pequeño. Toda una lección de vida.

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Fue un broche de oro a una jornada de adquisición de conocimiento, experiencias, invitación a la reflexión y a la posterior acción derivada de la misma, un encuentro único que nos deja con ganas de más y por el que hay que agradecer la excelente organización del mismo a Carlos Montaner y todo el equipo que ha hecho posible TEDxMurcia  Hay que darles la enhorabuena por un evento sólido, si fisuras, con ponentes y contenidos de excepción, que ha aportado tanto a los asistentes y que nos ha dejado con ganas de más.

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Pero una crónica de TEDxMurcia no puede concebirse sin una especial referencia al patio de butacas. En mi caso supuso una potenciación de la experiencia el haberla compartido (y comentado en los muy adecuados segmentos dedicados al descanso entre bloques de ponencias) con grandes amigos con los que la difusión de conocimiento, experiencia y reflexión resulta especialmente enriquecedora.

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Ana Hita, Antonio Carrión, Aurora Izquierdo, Cynthia García, David Cánovas, Fede Paredes, Félix Ros, Francisco Pinheiro, Lola Gracia, Manuel Abrisqueta, Marta Ferrero (autora de la foto que ilustra este texto), Mariajo Moreno, Nacho Tomás, Nuria Muñoz, Pedro J. Cuestas, Ricardo Molina, Rosa Roda, Tana Serrano... TEDxMurcia con vosotros no tiene precio.