El otro día el revuelo en La Sexta era a cuenta de como se la había "colado" El Gran Wyoming a los de Intereconomía con el falso video de la bronca a la becaria. Había que subir audiencia aunque fuera recibiendo insultos desde otra cadena.
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Hoy el revuelo es que ni esos trucos sirven para que la audiencia bajo cero de la cadena de Jaime Roures (antes llamado "Roures-Khan") haga que la emisión de la Fórmula 1 resulte rentable. Ya lo anunciaron los de Tele5 cuando perdieron la subasta por los derechos de emisión de dicha competición: "pagando ese dineral no hay manera de que sea rentable". Al final Roures ha tenido que ceder a la lógica y vender los derechos a la FORTA, vamos, a la asociación que engloba a las cadenas autonómicas. Así ni Tele5 ni La Sexta, serán los canales regionales (TeleMadrid, TV3, ETB, TVG, Canal9, Canal Sur, 7 Región de Murcia...) los que nos hagan vibrar los fines de semana con las evoluciones de los monoplazas.
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Esta mañana he podido escuchar el siguiente comentario a la solución del problema de una cadena nacida a la sombra del Gobierno y con afán de comprar todo con tal de ganar masa crítica de audiencia para poder influir en la opinión pública pero que tropieza una y otra vez con la rentabilidad del producto (también les pertenece el diario "Público", en caída libre de lectores), y parafraseando al gran maestro Leopoldo Abadía, citaré las palabras de mi amigo de San Lorenzo:
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"Si la izquierda nunca han entendido el capitalismo, nunca han entendido que detrás de la economía de mercado está la iniciativa individual, el empuje del emprendedor que se arriesga para crear un negocio rentable y que sobre todo está la libertad de la persona. Ellos prefieren la tiranía sobre el colectivo al que hay que llevar por la buena senda, dirigido desde arriba, un paraíso utópico de dictadura del proletariado en el que este debe estar dirigido por el Gobierno, que es quien sabe lo que de verdad es bueno y justo. Pero claro, cuando se trata de hacer algo rentable, un negocio, pues las cosas no funcionan porque en la empresa privada no existen las subvenciones para todo. Por eso al final la cosa termina siendo, al decir de algunos, kafkiana, los liberales y la derecha defendiendo las libertades individuales y el estado del bienestar y los progresistas y la izquierda haciendo negocios ruinosos y predicando la formación del espíritu nacional. Digo que kafkiano para algunos, para otros siempre estuvo claro que el individuo no podía ser tragado por la masa y ninguneado por el poder."
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¿Qué tiene que ver esto con lo de los derechos de la Fórmula 1? Ah, muy fácil, que si algo funciona de una manera, será por algo, y forzar la máquina más allá de la cuenta te suele dejar tirado en la cuneta.
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Si algo tiene un precio, no pagues más, al final no será rentable.
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Y en fin, Manolete, si no sabes, pa qué te metes.
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