Espero no estar poniendome pesado últimamente con tanta entrada astronómica... pero hoy volvemos a hablar de esas cosas del espacio y tal.
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Desde hace un tiempo se mantiene una cierta polémica sobre Plutón y su condición de planeta. El compañero más lejano que tenemos en nuestro sistema solar ha sufrido vaivenes en su consideración pasando a abandonar y regresar a la lista de planetas hasta que finalmente en 2006 la Unión Astronómica Internacional decidió que Plutón ya no era un planeta.
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Pero esto no es totalmente exacto. Tal y como en los tebeos de Asterix se precisaba que "Toda la Galia permanece ocupada por los romanos... ¿TODA? no, una pequeña aldea gala resiste al invasor" en este caso tenemos unos irreductibles que siguen considerando a Plutón el noveno planeta de nuestro sistema solar.
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Clyde Tombaugh, habitante del estado de Illinois (aprovecho para saludar a mi gran amigo Javier, que es profesor allí en la Universidad Northwestern de Chicago) fue el primero en divisar Plutón en 1930, y a sus paisanos no les debió sentar muy bien ese desprecio al descubrimiento, de manera que el Senado de dicho estado decidió declarar por ley que mientras atraviese el cielo de Illinois será considerado como planeta, nombrando además el 13 de marzo (aniversario del descubrimiento) Día de Plutón.
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Lo cierto es que Plutón, planetariamente hablando, es muy poquica cosa. En este gráfico podéis verlo, junto a su satélite Caronte, comparado con la extensión de los Estados Unidos de América, y en esta otra podéis verlo comparado con la Tierra y la Luna. Podemos añadir que independientemente de que se le considere o no un planeta, Plutón es todo un excéntrico. De hecho ese es el término con el que se designa a su órbita, que va un poco "por libre".
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Para empezar es tremendamente elíptica, de forma que en la medición de su afelio y su perihelio (puntos respectivamente más lejano y más cercano al Sol) se llegue a encontrar a 49 UA (unidades astronómicas, 1 UA=150.000 kms, la distancia entre el Sol y la Tierra) y en otras tan cerca como 29 UA del Sol. Esto hace que en ocasiones Plutón se interne en medio del sistema solar hasta "adelantar" a Neptuno convirtiéndose en ocasiones no ya en el noveno sino en el octavo planeta de nuestro Sistema. Lo hace durante 20 de los 249 años terrestres que dura su período de órbita solar.
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Además nos encontramos que en ocasiones esté tan lejos como su órbita se sale del plano de la eclíptica del resto de planetas del Sistema Solar, de hecho se parece más a la del cometa Halley que a la del resto de planetas de nuestro vecindario.
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Otra de las peculiaridades de Plutón es que en realidad Caronte (célebre barquero mitológico que cruzaba a las almas en su barca por la laguna Estigia) el cuerpo celeste que le acompaña, más que un satélite es otro planeta con el que forma un sistema planetario binario. Según una teoría esto se debe a un choque con algún objeto que desgajó una gran parte del Plutón original, la materia desprendida posteriormente daría lugar a Caronte y además el choque habría desplazado a Plutón de su órbita originaria. De ahí se derivaría, de un lado la explicación a la excentricidad de su órbita, de otra el hecho de que a diferncia de como la Luna orbita a la Tierra, Caronte no gira en torno a Plutón sino que ambos lo hacen en torno a un punto intermedio.
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Con el tiempo las fuerzas gravitatorias de ambos cuerpos se han equilibrado y Plutón y Caronte mantienen siempre enfrentadas la misma cara, a diferencia de lo que ocurre en nuestro planeta, uno de los hemisferios de Plutón nunca ve a su luna mientras que en el otro se ve de manera pepetua.
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Como véis, Plutón es todo un bicho raro, y el pobre, como de manera tan divertida refleja Mathias Pedersen en la ilustración que acompaña esta entrada, en ocasiones es dejado de lado como la hermana pobre, como el patito feo, como la oveja negra de la familia del Sistema Solar. La semana que viene se reúne en Sao Paulo la Unión Astronómica Internacional y es posible que vuelva a reavivarse el debate. En cualquier caso, aunque siga sin ser considerado como planeta, mientras su débil reflejo cruce sobre el cielo de la noche de Illinois alguien podrá señalar al firmamento y decir "mira, allá va el planeta Plutón".
