Satanases del Segura: El Ladrillo

Damas y Caballeros (Satanasicos o no), con todos ustedes EL LADRILLO.
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Asi ha quedado bautizada mi nueva adquisicion motera, una BMW K75 de finales de los 80 en honor al sobrenombre con el que en su dia se conocieron las motos de la casa bavara dotadas del curioso motor de la serie K: "the flying brick" (el ladrillo volador). La explicacion estaba tanto por sus dotes deportivas (doy fe que la condenada tira) como en la forma de caja de zapatos del motor. Este era tricilindrico (tetracilindrico en la K100) en linea pero en lugar de en vertical y enfrentado al sentido de la marcha iba en configuracion horizontal y transversal al sentido de la marcha (con dos cojones).
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Lo cierto es que el motor tiene una pinta marciana total. Las cabezas de los cilindros no estan arriba sino en el lado izquierdo. Ademas el bloque va modelado en forma recta, no esferica (de ahi lo de "ladrillo") con lo que el neofito a primer golpe de vista no sabe ni que es lo que esta viendo. La gran ventaja (entre otras) que BMW consiguio con esta particular configuracion es que la transmision "salia" de forma natural por la derecha para engarzarse con el cardan que transmite la fuerza a la rueda trasera.
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El funcionamiento del conjunto caja de marchas/motor, por otra parte, es casi electrico, con una entrada de las marchas ultra suave (en contraste con el habitual "CLONK" de las marchas en el motor boxer, tradicional en BMW) y un sonido caracteristico, como digo, casi electrico que a muchos puristas desencanto (quiza tambien porque a diferencia del delicioso motor boxer el K practicamente no vibra) pero que otros tenemos en gran estima.
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En fin, el Ladrillo llega a mis manos con poco mas de 60.000 kms (pocos para sus mas de 20 años de vida), en excelente estado gracias al mimo que su anterior propietario y gran amigo, Maxi, ha puesto en esta maquina en los ultimos años y ahora toca acostumbrarse a un manillar tan estrecho y bajo y una postura tan deportiva, acostumbrado como estaba a la Vampirella (Honda Transalp 600) y alternando el uso con el Titanic (Honda GoldWing 1500).
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En cualquier caso no cuesta acostumbrarse a la BMW... me gusta conducir.
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PS: Mientras veo en la tele "El secreto de Thomas Crown" caigo en la cuenta... es la segunda motocicleta que tengo de la casa alemana... y la segunda relacionada con Pierce Brosnan. La anterior, la Cruiser, le servia para escapar de los malos en "El mañana nunca muere", la K75 para montar un dispositivo nuclear en "El cuarto protocolo". Que cosas.
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Cortesia de "SATANASES DEL SEGURA".