Siguiendo una tradicion que data desde inicios de los 70, Pepito Egea ha cumplido un año mas.
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En excelente compañia nos agasajo con exquisitos pastelicos de carne con sesos de los del Zaher y con una tarta de las que quitan el sentio. Al final el codillo al horno se escapo inexplicablemente, pero ya se lo reclamaremos en otra ocasion.
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Como Pepito ha decidido dar un nuevo rumbo a su vida, nada mejor para ayudarle en tan complicada tarea que un casco (por si los chichones) y un retrovisor (por si los adelantamientos).
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Muchas felicidades!!!
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