Para que luego digan que no se pringa, ahí estuvo Dulce, manejando el carbón con sus propias manos.
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Dice que se lo echaron los Reyes... pero este año no se ha portado tan mal, seguro que es el que le queda del año pasado. Isidoro cogió la rasera y ha quedado retratado para la posteridad como el gran cocinero que nunca fue. Miguel Angel se empeñó en meter las morcillas y la carne en el horno moruno pero afortunadamente la parrilla no cabía y al final tuvimos una comida decente.
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Mientras Toñeta vigilaba desde la piscina a través del móvil la evolución de la consistencia, viscosidad y afluencia de las mucosidades de su retoño.
1 comentario:
Anda que estoy bonica!el dia que salga bien en una foto me doy un premio a mi misma!!!La verdad es que fue un buen día!Si es que tengo unos compáñeros que son la leche de los pescaos!!!Aunque uno se nos va, pero bueno seguirá dando guerra en otros bandos!un besicooo!!!
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