Sin ningún motivo especial recuerdo hoy un día de mi infancia, que lamentablemente no he podido nunca situar en una fecha concreta... quizá mejor así. Me refiero al día que conocí a The Beatles.
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Quizá salte hoy desde el recuerdo esa jornada porque era un día gris y lluvioso, como el que hoy tenemos en Murcia, pero han pasado otros días similares y nunca me acordé de ese momento perdido en la memoria.
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Yo no tendría más de 10 años, y he dicho que digo llovía, y no sabría explicar cómo ni porqué fui a pasar una mañana en la que no había clase a casa de un compañero de colegio, Germán García Espinosa (si no recuerdo mal), de quien no sé nada probablemente desde entonces porque sólo compartimos colegio un par de cursos siendo muy niños.
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La cuestión es que su hermano mayor estaba escuchando música, sonaban The Beatles, y mi amigo Germán conocía las canciones y me habló de ese grupo, vi las portadas de los vinilos, los posters que decoraban la habitación de su hermano, y pasé toda la mañana escuchando esas canciones que ahora siempre están ahí, en mi interior, en un rincón que nunca dejo que se deteriore.
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Recuerdo brumosamente que la casa de mi amigo estaba justo enfrente del despacho que por entonces tenía mi padre en el callejón de San Lorenzo. Era un callejón estrecho, la ventana del dormitorio daba a los patios interiores de las casas circundantes y la lluvia oscurecía las paredes de cemento ocre. Se veían ventanas cerradas y el color se había perdido bajo el plomizo cielo lluvioso. Casi parecía un día en blanco y negro. Imagino que la sintonía musical de fondo, la sensación visual y las fotografías en blanco y negro de los cuatro muchachos de Liverpool casi parecía pertenecer al mismo momento y yo entonces no era consciente de que el grupo llevaría una década disuelto y que en poco tiempo reconocería a uno de sus integrantes cuando las noticias hablaran de su asesinato a las puertas el mítico edificio Dakota de Nueva York.
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Como probablemente nunca sepa cuál fue ese día, pongamos que fue tal día como hoy, que hoy es el aniversario del día en que descubrí a The Beatles, y que la celebración consiste en disfrutar de un día gris y lluvioso tarareando cualquiera de sus deliciosas canciones. Si os cruzáis con alguien risueño bajo la luvia tarareando viejas canciones, no penséis que estoy loco.
4 comentarios:
No te preocupes, no pensaremos que estás loco. Más bien pensaremos que eres un tipo afortunado.
En ocasiones vienen a ser circunstancias "sinagogas" ;-)
Yo si podría recordar cuando me regalo mi padre el primer cd de los Beatles... fue en el año 1996, con 14 años, fue la Antologia 2, dos cds, con versiones de Strawerry field, y mi favorita "and your bird can sing", y tiene una cancion, que se llama Real Love, que dejo grabada Lennon y que montaron, como si la hubieran tocado todos juntos.
Cada vez que lo oigo, recuerdo estar en galicia en el coche escuchandolo, en una cinta donde lo habiamos grabado.
Tengo que decir, que el regalo se debe a que mis padres por mi santo me regalaron el cd " el bombazo mix" y a los pocos dias llego mi padre y m dijo, mira te he comprado esto, para que sepas lo que es música de verdad... Y efectivamente, ahí empezo mi aficion...
Ahora los tng todos en mp3, tengo los cds rojo y azul, las antologias, y varios maxi singles, originales que mi amigo German me regaló, (curioso, el qe tenia 37 años cuando me lso regalo a mi con unos 14 0 15 años...) eran suyos y aqui los tng...
Qué curioso que a tí tb te haya iniciado en la beatlemanía un "Germán" ;-)
Yo de ellos en CD tengo unos pocos solo, el "With the Beatles" (el segundo de sus discos), el Sargent Pepper´s", uno q recopila grabaciones suyas en directo cuando aún no eran famosos y tocaban en Holanda y poco más... los demás los tengo en vinilo (no la discografía completa, pero sí una docena larga), entre ellos los míticos álbumes rojo y azul... ah, que recuerdos, escuchando esos discos y siguiendo las letras en la funda del LP...
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