Y Nadal le ganó Wimbledon a Federer

Partido agónico, ultralargo, interrumpido dos veces por la lluvia y terminado prácticamente bajo la iluminación de los flashes. Pero lo ganó Rafa Nadal.

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La Historia se escribe con letras mayúsculas cuando en el deporte la gesta supera la mera victoria, cuando la hierba acoge una confrontación épica entre dos maneras de entender el tenis, cuando dos campeones absolutos y casi inexpugnables miden sus fuerzas por enésima vez y en esta ocasión nuestro gran Rafa Nadal se aupa con tesón, esfuerzo, resistencia mental y un brazo izquierdo esculpido por los mismos dioses ante un Roger Federer que presenta un modo de jugar más de inspiración clásica, sosegado, quizá con menos potencia pero con más técnica, con menos fuerza bruta pero con un estilo más elegante, contraponiendo el suizo colocadísimos e imparables puntos directos de saque (más de dos docenas, equivalente a ganar un set entero solo con el saque) a los tremendos efectos que consigue imprimir a la bola el mallorquín.

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Coloco una foto de los dos tenistas porque creo que si bien el que inscribió su nombre con letras de oro en las páginas de nuestro deporte es, evidentemente, Nadal, es frente/junto a Federer donde alcanza nuestro compatriota su máxima expresión en cuanto a la capacidad virtuosa de golpear una pelota con una raqueta.

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Juntos están confromando una leyenda que es digna heredera de aquellos míticos duelos que a muchos nos hicieron amar el tenis y pasar horas asombrados ante lo que se desarrollaba en la legendaria hierba de Wimbledon o en la no menos importante tierra batida de Roland Garros, los torneos más importantes del tenis.

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Mi infancia está jalonada de tardes aprendiendo de los partidos infatigables de los contendientes eternos, como Björn Borg/John McEnroe, que en el llamado "Partido del Siglo", en 1980 (tenía yo entonces 10 años, ya amaba el tenis y lo practicaba casi a diario en la Escuela del Club de Tenis de Murcia y lo recuerdo vívamente, como si fuera ayer) llegaron en el "tie-break" del cuarto set a 18-16, ganando a la postre el sueco su quinto Wimbledon consecutivo, gesta aún no superada, puesto que Nadal acaba de frustar las aspiraciones de Federer a ostentar el nuevo record.

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Otros eternos rivales, que llegaron a enfrentarse en más de 34 ocasiones, fueron las parejas formadas por los incombustibles Jimmy Connors y el citado McEnroe, o ya más recientemente, al menos yo sí me acuerdo mejor de estos, ya que Connors me cogió muy pequeño (que mal suena esto si lo lee un argentino) los tándems Boris Becker/Stefan Edberg o Pete Sampras/André Agassi, por no hablar de los duelos femeninos, Martina Navratilova, primero contra Billie Jean King, luego contra Chris Evert Lloyd o más tarde Monica Seles/Steffi Graf.

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Nadal y Federer, hasta el momento, se han enfrentado 13 veces, con saldo favorable a Nadal 8-4, sin contar "La batalla de las superficies" de la que ya en su dia comenté algo por aquí, un partido más de exhibición que de otra cosa, y que terminó ganando el español.

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Aún nos quedan por delante años de tardes gloriosas contemplando a un lado de la pista al suizo y al otro al mallorquín, vibrando con cada golpe, cada bote en la línea, cada pelota que no se da por perdida y cada punto que se arranca al oponente, que no enemigo, porque me gustaría terminar resaltando que la rivalidad entre estas dos grandes figuras del deporte se limita al interior de la cancha y termina con el final del partido.

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Rafa y Roger son grandes amigos fuera de la cancha y engrandece aún más a nuestro campeón, que trae a España la copa ganada en Wimbledon por tercera vez, tras la que ganó Santana en 1.944 y la de Conchita Martínez en 1.994, el reconocimiento que tuvo hacia su contrincante en el agradecimiento tras recibir el trofeo, alabando su gran juego, su impecable trayectoria en el torneo inglés y agradeciéndole su comportamiento con estas paplabras: "Estoy delante del mejor jugador de la historia, fue increíble, quiero felicitarle por su actitud, es muy buena para el tenis".

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Todo un campeón, todo un señor... aunque vaya con pantalones "piratas". Enhorabuena y gracias por el espectáculo.