Class Centro fue el local escogido para bailar y copear hasta bien entrada la noche.
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Se vivieron conversaciones asombrosas (no hay mas que mirar los gestos), se nos sumaron aun mas colegas, se llego al momento álgido de la noche con cuatro mozos bien parecidos y mejor preparados para la vida moderna haciendo corro alrededor de una guapa abogada que al entrar en el pub ni imaginaba ese situación, y antes de aborda la ultima etapa, la Fiesta Oficial de la Justicia en el DNC, nada mejor que coger fuerzas en un kebab y tener una animada charla en la que NO SE TRATARON temas de trabajo, ni de las notificaciones electrónicas ni de juntas extraordinarias.
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La apoteosis llego en el DNC, con un disc-jockey al que habría que sentar en el Tribunal Penal Internacional de La Haya por su inenarrable "arte" mezclando.
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En fin, que na mas que de sufrir y de padecer.
2 comentarios:
Su afán trabajador le hizo perderse unos buenos momentos (aunque usted disfrutó de los suyos posteriormente, cosa que yo no pude hacer, debido a mi maltrecho estado gargantil mayormente, y piernecil)
Tienes suerte de aludir al copyright de esa expresión "1218" en lugar de 609 como mía, porque si no puede venir Teddy (no el osito, sino Teddy Bautista y su SGAE) y reclamarle el oro y el moro (bueno el moro no, la alianza de civilizaciones y lo que vale la cúpula esa)
Para empezar después de marcharse mi tocayo, nos dirigimos al citado 609, del cual salía la gente abanicándose, otro hablando por el móvil con alguien al que le decía "no, si agobiante, agobiante no está, sólo que no se puede ni andar· (?)
El class fue la solución. Buscamos una esquinita estratégica y nos situamos todo el gruppetto. Avanzar por una copichuela fue una odisea (no digo ir a hacer necesidades), pero en mi primer viaje a la barra llegué, y llegó mi cargamento sano y salvo.
Entonces me encuentro con una cara de un muchacho conocido, con una chica al lado. Me saluda. Lleva una tajada considerable. Me dice que es arquitecto, que ha hecho algún certificado para alguna obra nueva, y me reconoce que soy un cabrito. Se va. Me quedo hablando con su amiga un buen rato. Me voy. Vuelvo con la chica. Aparece Justo. Los dos al limón hablando con la muchacha. Más de media hora. La chica, a la que observo nerviosa no se despide, dice no sé qué, pero que no suena a adiós ni nada parecido, y desaparece en el bullicio.
Dulce que presenciaba la escena de lejos dice que éramos "pico y pala" (ja, ja). En fin.
Luego estuvimos bailando los éxitos de los 80. Según Romualdo y Dulce porque el DJ se dió cuenta de la edad de los que entraban al local esa tarde-noche. Pero de repente retrocedimos una década más con Abanibí-Aboebé... Y caímos muy bajo con "Europe living a celebration". Bailamos y nos reímos bastante.
Aparecieron María Luisa Lozano y tres amigas (creo eran tres). La oficial de Justicia (la rubia que creo que llegaste a ver) era muy maja y se quedó con nosotros aunque sus amigas se fueron. Estuvimos hablando un buen ratillo.
A Dulce la llamó su madre preguntando por si había visto una camisa que la progenitora no había estrenado y que por un azar de la vida era la que llevaba puesta en aquel momento.
Luego apareció otra colega (la morenita, no recuerdo el nombre), su amiga abogada Susana (el "saldo" como la denominó) en busca de zagales "libres" (como los taxis). Y apareciste tú que te liaste algo para encontrarnos o así (mi estado no permitía comprender mucho, y mis oídos tampoco)
La justiciala se marchó, ooooh.
Nos pusimos a hablar con Susana (de cine y actores, haciéndolee un test femenino sobre la belleza actoril masculina), y luego Dulce y la otra colega (no recuerdo el nombre perdóname) demostraron ser unas buenas murcianistas sin que yo en principio dijera nada y se pusieron a hablar ¡de fútbol y del Real Murcia" (nunca lo imaginaría en una mujer y en semejante sitio)
Apareció el novio de Dulce, un auténtico transformer sin ser un robot, un superhéroe que de día es un tipo normal, pero de noche y bajo ciertas condiciones se transforma en heavy auténtico. Muy bien que lo veo.
Cambiamos de sitio. No puedo con mi alma y tras andar un buen trecho camino de la cena, decido retirarme. Antes veo a los compañeros de otra Notaría que celebran su fiesta. Los saludo pero no me voy con ellos. Lo he pasado mejor con los Procuratores et Procuratrixes. Así que decido seguir un ratillo. Me despido finalmente. Hasta la próxima fiesta amigos y amigas. Ésta ha sido fenomenal, inolvidable.
Coño, pero si está el señor Romualdo (Romero para los amigos) en estas fotos. Qué pequeña es Murcia. ;o) Un saludo.
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