Pongámonos en situación.
.
No eres más que un humilde y abnegado técnico de sonido en el programa de Ellen Degeneres (actriz metida a preentadora de talk show) en la tele yanki. Tu vida transcurre con los habituales sinsabores consustanciales a la profesión, poner un micro, cambiar el que se queda sin pilas, cerciorarte de que está bien sujeto a la chaqueta del invitado, esconder el cable entre los pliegues del vestido de la invitada...
.
Un día llega al programa la supermodelo Heidi Klum y dice que va a subastar su vestido par donar a un fin benéfico el dinero obtenido. Ni corta ni perezosa empieza a despojarse de su vestido en directo y la cachonda de la presentadora pretende taparla únicamente con una especie de toalla de bidet tamaño bolsillo.
.
La supermodelo a estas alturas ya ha dejado resbalar por sus hombros los dos tirantes del vestido y en ese momento la dirección aporta un biombo portado por tres técnicos. Heidi se levanta y marcha tras el biombo para terminar de despojarse del por otra parte escaso vestido... y en ese momento la suerte te sonríe, oh amigo técnico de sonido.
.
Porque alguien debe quedar detrás del biombo para:
.
a)desprender el micrófono del vestido de la modelo.
.
b)sostner el albornoz que se pondrá la modelo una vez desnuda.
.
c)prender el micrófono del albornoz.
.
d)llevarse el vestido de la modelo para colgarlo de una percha
.
Y ese elegido para la gloria de hoy eres tú.
.
Y no contenta con despojarse de la escasa tela que cubre su deseable cuerpo en un pase privado del que eres único y priviegiado espectador, encima, cuando la modelo termina te da dos besos, como agradeciéndote algo, como de propina.
.
Ah, cuantos te envidiamos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario