Una ruta corta la haces como sea, pero un viaje largo... ¡ay, amigo!
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Que ya vamos teniendo cada vez más chicha en la panza y menos en el culo y las horas sentado en la moto van pasando factura. La solución es llevar uno de estos cojines con bolsas de aire que amortiguan nuestras posaderas y hacen más llevaderas las jornadas ultrakilométricas, especialmente en viajes largos por autovía en que se queda el culo cuadrado.
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Y para ir en moto más seguro, especialmente en ciudad donde los coches se te pegan y pueden no darse cuenta de que estás frenando delante de ellos hasta que sea demasiado tarde, un buen invento es esta luz de freno inalámbrica que se fija en la parte posterior del casco.
Cuando frenas hay un transmisor que está conectado a los cables de la luz de freno de la moto y envía una señal al luminoso fijado en la trasera del casco de manera que el conductor que viaja detrás tenga un aviso de tu maniobra.
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Satanásicos sí, pero cómodos y seguros... como las compresas con alas.
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Cortesía de SATANASES DEL SEGURA.